es un ahogado estruendo:
en lo profundo del mar-tormenta.
no en vano
escribí con mi sangre
cartas de amor
que nunca llegaron
y al descargar los truenos
quemarse
sobre la tierra-papel
de este amor de ultramar
que apenas del otro lado
de un pequeño vacío
te ve pasar por debajo
de mi casa de mil maravillas.
Sólo y no en vano
quemé las naves
en ríos desangrar
la palabra herida
por creer pensando
que sin luchar
algo se producía.
Quise saber sin embargo
cómo fué que los ecos
atragantaron el destierro-olvid
o,
o al menos
a lo tedioso del silencio forzado
Cuando el grito amor
se anuda
poco antes de la boca
y no hay salida
y no son suficientes
las formas de la palabra
las cartas después solamente decían:
Si ese día tu abrazo
no se marchaba contigo
estaba dispuesto a tragarme la llaves
y dejar abierta
la puerta
el telón
la ventana
el postigo.
Damián.
febrero de 2007
UYUNI-Bolivia
Salar de Uyuni
Foto:
Damián Luciani
toma directa digital
Nikon D60
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